DOS EXPERTOS

Un matrimonio valenciano enamorado del mar constata que nuestro litoral es "un paraíso sumergido"

Un matrimonio valenciano enamorado del mar constata que nuestro litoral es "un paraíso sumergido"
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Lledó Bernat y Héctor Ripollés, durante una charla sobre fondos marinos / A. C.
La pareja, que dirige "una productora especializada en grabación subacuática y realización de documentales", cree que el lecho caballa ofrece "paredes espectaculares, agua muy cristalina y colores muy difíciles de ver en otro sitio"

Él se llama Héctor Ripollés; ella, Lledó Bernat. El uno es "técnico audiovisual especialista en grabación subacuática" (e "instructor de apnea"); la otra, "técnico especialista en Archivos, Bibliotecas y Documentación". Los dos comparten afición por el buceo y el mundo subacuático. Eso y responsabilidad al frente de 'Pingüi Media', "una productora especializada en grabación subacuática y realización de documentales", una que cuenta a sus espaldas con "más de veinte años de experiencia".

Héctor y Lledó han venido desde Valencia -de donde son- para disertar sobre "planificación técnica y gestión de vídeo submarino". Lo han hecho en la Biblioteca Pública Adolfo Suárez a instancias del Centro de Buceo Burbujas, la entidad a la que deben su visita a la ciudad autónoma. Solo llevan aquí unas cuantas horas, pero ya han tenido tiempo para sumergirse en nuestro litoral. Sus primeras impresiones no pueden ser mejores; ambos consideran que los fondos marinos ceutíes son "un paraíso".

Confesaba Ripollés que la invitación de Burbujas ha supuesto para él y a su esposa "un auténtico placer". Según decía este último, a pesar de que, "hace dos décadas, el submarinismo era un hobby muy exclusivo" (entre otras cosas, por lo caro de la aparatología a utilizar), a día de hoy, "la cosa se ha igualado". "Ahora, con cualquier cámara de acción, te puedes montar un equipo de muy buena calidad", revelaba Héctor. No solo eso: las cámaras antiguas no ofrecían, ni de lejos, la calidad que brindan las más actuales, por lo que la ganancia es doble.

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Lledó Bernat y Héctor Ripollés, durante una charla sobre fondos marinos / A. C.

Ya no es que los equipos de grabación estén al alcance de casi cualquier bolsillo medio, es que, por haber, hay hasta "cursos especializados". Estos los imparten "técnicos específicos de grabación subacuática", caso, precisamente, de Ripollés y Bernat. El dispuesto por ambos este 2 de mayo ha centrado el tiro en "todo lo que tiene que ver con el archivo", esto es, todos esos vídeos que acaban en lo más recóndito de los discos duros, o lo que es lo mismo: "La parte técnica". Aún teniendo esta muchas (muchísimas) aristas, el matrimonio se ha esmerado para explicarla "de la manera más sencilla posible".

El target lo conformaban "todas las personas que están empezando", aquellos que "tienen una cámara de vídeo y quieran empezar o estén empezando en el mundillo". A todos los que aún no lo han hecho por falta de atrevimiento, un mensaje: "Con un equipo básico y un poco de iluminación, se pueden hacer cosas muy interesantes". No lo dice una persona cualquiera; son palabras de un verdadero experto en la materia.

Todo lo anteriormente expuesto está muy bien, pero... ¿Ofrece Ceuta posibilidades reales en cuanto a vídeo subacuático? La respuesta es clara: "Muchas". "Es un paraíso sumergido", subrayaba Ripollés. No habla por hablar; lo hace con conocimiento de causa: esta misma mañana, él y Lledó se han enfundado el neopreno para conocer de cerca ese "paraíso". La conclusión (y en ella coinciden los dos) es la de que el lecho caballa ofrece "paredes espectaculares y colores increíbles muy difíciles de ver en otro sitio".

Temerosos de que sus ojos (y sus lentes) pudiesen estar viendo un espejismo, Héctor y Lledó han vuelto a sumergirse a media tarde. El resultado ha sido exactamente el mismo: un gustazo. "El agua estaba muy, muy, muy cristalina", reconocía la pareja, que ha tenido ocasión de visionar "peces preciosos a profundidades muy asequibles". A los buzos del resto de España (y del mundo), un consejo: "Que vengan a Ceuta".

Un matrimonio valenciano enamorado del mar constata que nuestro litoral es "un paraíso sumergido"


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