Esta política de acoso frontal a España estaría dictaminada directamente por el presidente francés, Jacques Chirac, que habría dado las instrucciones precisas a la hermana del rey, Lalla Mariam, en la reunión que tuvieron en París el día siguiente al desalojo del islote del Perejil, el 17 de julio de 2002.
El informe del espionaje recoge que Lalla Mariam comunicó a su hermano las palabras de Chirac y sus "consignas firmes para excluir a las empresas españolas de los principales mercados y de las licitaciones, y sustituirlas por francesas y norteamericanas e iniciar también una guerra diplomática y mediática" contra España.
Además de la construcción de Tanger-Med, dentro de esta política estaría la negativa a que Unión Fenosa gestionase la electricidad y suministro de agua en Tánger y Tetuán, o los consejos dados para el rearme marroquí con las compras de aviones Mirage a los Emiratos Árabes.
El informe desvela que "los franceses consideran que España ha roto un acuerdo tácito que existía con Francia y que estipulaba que, a cambio de dejarle conquistar Latinoamérica, Francia se reforzaría sin competencia en África del Norte". Fassi Fihri confirma que "las ambiciones de España (...) han dado al traste con este acuerdo".