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Las claves del futuro universitario de Ceuta: Un "complejo" protocolo, los presupuestos del Estado y el compromiso de la Ciudad

Las claves del futuro universitario de Ceuta: Un "complejo" protocolo, los presupuestos del Estado y el compromiso de la Ciudad
Noche Europea Investigadores UGR Universidad de Granada campus 2023
Una actividad en el campus de la Universidad de Granada.

Con dos años aún por delante hasta que llegue el momento de empezar a discutir sobre la implantación de nuevas titulaciones, la Universidad de Granada apura los tiempos para dejar listo "en unos meses" un protocolo en el que tengan encaje "los intereses de todas las administraciones"


El planteamiento a futuro del campus universitario de Ceuta -principalmente en lo que tiene que ver con la posibilidad de crecer, incrementando estudios de grado y de posgrado- aún tardará "unos meses" en definirse. El motivo: la "compleja" redacción del protocolo que está elaborando la Universidad de Granada (UGR) y que marcará la línea al grupo de trabajo que acordaron formar todas las administraciones implicadas. Por él pasarán todas las decisiones relativas a los campus de las ciudades autónomas españolas y allí estarán sobre la mesa dos claves esenciales; La financiación del Estado y el compromiso del Gobierno local.

Fuentes de la UGR reconocen la "complejidad" que tiene la redacción del texto, una cuestión decisiva en el futuro universitario de Ceuta. El motivo que dificulta su elaboración y lo demorará aún en el tiempo es la necesidad de recoger en él los intereses del Gobierno de la nación, de los Ejecutivos de Ceuta y Melilla, de la Junta de Andalucía y de la propia institución educativa.

Una vez esté listo, las partes se sentarán periódicamente en un grupo de trabajo por el que pasarán todas las decisiones que afecten a los campus norteafricanos. Por tanto, en ese protocolo no solo se recogerá la periodicidad de las reuniones entre administraciones, sino que podría haber matices clave en materia de límites financieros, plazos o márgenes de compromiso de cada una de las partes. En todo caso, su contenido final sigue siendo una incógnita, pues las fuentes consultadas no han facilitado mayor información al respecto.

La universidad tiene puesta toda la carne en el asador. El mismo día de la cumbre entre todas las partes citadas anteriormente en Andalucía, en la que se clarificaron en parte las cosas -aunque sin cerrar un aspecto esencial, el compromiso de financiación por parte del Estado-, la UGR mandó iniciar la redacción del protocolo, que, eso sí, aún tardará "unos meses" en ver la luz.

La cumbre que dio origen al protocolo

Fue el uno de abril, en Granada. Allí estuvieron representantes del Estado, los presidentes de las ciudades, Juan Vivas e José Manuel Imbroda, un cargo de la Junta de Andalucía y los más altos directivos de la UGR. La problemática con la implantación de dos másteres en Ceuta y, sobre todo, la complicada financiación de los dos campus norteafricanos motivaron aquel encuentro, que, en cualquier caso, ya llevaba en su agenda electoral el rector, Pedro Mercado.

Ceuta invirtió en su momento una cantidad nada desdeñable en construir el campus y Melilla siempre ha financiado los estudios del suyo. Cada uno cojea de la pata a la que apostó el dinero el otro. El problema, que el Estado no acababa de cumplir, ni con gobiernos del PP, ni con los del PSOE, con las partidas necesarias para el funcionamiento de ambos espacios.

Sin esto, la Junta de Andalucía, quien al final tiene la última palabra a la hora de decidir si se pueden dar más estudios en las localidades norteafricanas -lo que redunda en un beneficio económico para ambas por la llegada de estudiantes de fuera y por la posibilidad de fijar mano de obra con altas cualificaciones- ha acabado por hartarse de poner el dinero, tras hacer un esfuerzo "más que generoso", según reconocen los representantes de la Universidad.

Aquel día el Gobierno de la nación no fue tajante en lo que al dinero se refiere, pero sí hubo un acercamiento de posturas y sensibilidades que nunca se había dado.

Esta cuestión, que al final es la más importante de la ecuación, depende mucho del futuro del Ejecutivo de la nación y de si es capaz de aprobar presupuestos para 2025, visto que las elecciones catalanas han imposibilitado la negociación para 2024. De ser así, la inyección económica a los campus de las ciudades autónomas sería más viable y, por ende, la posibilidad que, a partir der 2028, puedan llegar a Ceuta grados atractivos -tanto para estudiantes como para sendas administraciones- como podología o fisioterapia.

Los deberes de la Ciudad, el alojamiento

En manos de la Ciudad estaba en gran medida que los dos máster que la Junta de Andalucía puso en duda pudieran salvarse en el periodo de alegaciones. Y, según lo expuesto por el vicerrector de la Universidad, Salvador del Barrio, en una entrevista con ceutaldia.com; y también según siempre defendieron fuentes oficiales del Gobierno a este medio, el esfuerzo se hizo.

Se dio a la UGR un compromiso firmado de que se financiarían los estudios en la medida de las posibilidades de la localidad. Eso fue clave.

Bien. Ahora, lo que depende de la Ciudad de cara a que haya más titulaciones, así como que puedan quedarse en la ciudad más jóvenes ceutíes y también venir otros de fuera, es la creación de espacios para alojar a los estudiantes.

La Universidad asegura no disponer ni de "capacidad ni de conocimiento" para afrontar la construcción y gestión de una residencia. Sin embargo, según reconoce la institución educativa y confirma el Gobierno local, están en marcha las negociaciones para que mediante iniciativa público-privada, haya una suerte de colegio mayor que salve este obstáculo.

La vía más posible, según adelantó este medio, es que se ceda suelo municipal durante un periodo largo a alguna firma que esté dispuesta a hacer la inversión.

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